Catedral de San Vladimiro

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Siendo una de las sagradas más bellas de Kyiv, la catedral monumental de San Vladimiro se localiza enfrente del Jardín Botánico Capitalino. Elevado según los proyectos de mejores alarifes y pintados por los ilustres maestros de aquel entonces, representa un valor inmenso para la cultura y arquitectura de Ucrania. Además, es no sólo una sagrada muy relevante, sino ostenta el título de uno de los símbolos más emblemáticos de la capital.

En el 1852, se justificó la necesidad de conmemorar al príncipe Vladimiro El Grande, que bautizó la Rus de Kyiv. Entonces, las autoridades asignaron un lote de tierra a una distancia escasa de la universidad capitalina. La construcción del templo fue aportada por los parroquianos. Aprobado por el emperador Alejandro II de Rusia, el proyecto de la catedral neobizantina sería coronada por 13 cúpulas doradas. Sin embargo, en virtud de la falta de dinero, le proyecto fue remodelado: los tamaños de templo fueron disminuidos, también fue reducida la cantidad de los cúpulas, en vez de 13 sólo construyeron siete.

Pero, durante la construcción surgieron ciertas dificultades. Debido a las fallos en el proyecto, casi a finales del levantamiento de la Catedral de San Vladimiro, las paredes y techos de la sagrada llegaron agrietadas. Los constructores corrigieron las faltas más de 10 años. La catedral de San Vladimiro podía convertirse en las obras de nunca acabar, si no fuera el emperador de Rusia que ordenó finalizar la construcción costara lo que costara. Por fin, en el 1882, la Catedral de San Vladimiro fue acabada.

Más de 10 años los artistas iban decorando y adornando el interior de la sagrada. Según idearon los creadores, el lujo del interiorismo debía estar en conformidad con el espíritu y tradiciones de los tiempos de San Vladimiro y hasta hoy día se lo consideran la principal joya de la catedral. Y eso no sorprende nada, ya que los maestros más ilustres empollaron en la decoración. Las pinturas de afamados Mijaíl Vrubel, Mijaíl Nesterov y Víctor Vasnetsov adornar las paredes del templo. El último ideó y plasmo más de decena de los conjuntos y figuras dedicadas tanto a distintos sujetos bíblicos, como a los eventos históricos transcendentales. Los artistas venecianos participaron en la creación de los mosaicos únicos.

Hecho de mármol de Carrara, es el iconostasio que representa una de las excelencias de la catedral. Además, el suelo mosaico de la catedral está hecho del mismo material. En virtud de la hermosura inmejorable del interior, los vecinos le llamaron la primera obra inspirada del arte religioso de Rusia.

A principios del siglo XX, la Catedral de San Vladimiro fue cerrado y acondicionado como el Museo de la propaganda antirreligiosa, y después, albergaba los fondos de la Academia de Ciencias. Es una paradoja, pero la catedral mantuvo activa durante la ocupación de los terrenos ucranianos por los nazistas, y desde entonces aquí se han dado sermones. Actualmente, la Catedral de San Vladimiro alegra no sólo a los parroquianos ortodoxos, sino a los números turista de Kyiv, que vienen para disfrutar de sus magníficas formas arquitectónicas y pinturas singulares.

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