Berdichiv

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Cuando vienes a la ciudad calma y provinciana de Berdichiv, parece mentira que en aquel entonces fue un importante centro económico y cultural. Y además, que tenía los apodos siguientes como “ciudad-fortaleza” y “Jerusalén de Volín”. Actualmente, sólo los edificios multiseculares que se distinguen en el paisaje urbano creado por los de la época soviética hacen acordarse del pasado particular de la ciudad de Berdichiv.

La historia y el desarrollo de la ciudad están estrechamente ligados a la del monasterio de Orden de los Carmelitas Descalzos. Hoy en día es no sólo el adorno principal de Berdichiv sino la ilustración y el reflejo vivo de los momentos hitos de la crónica de la ciudad. El convento que es muy parecido al castillo fortificado de la Edad Media, fue fundado por Janusz Tyszkiewicz, el magnate polaco y el activista político. Según dice la leyenda, él fue capturado por los tártaros y entonces, en el cautiverio, vio el sueño sobre los monjes que rezaban por su liberación. Así, al escaparse de aquí, el magnate encontró los frailes del Orden de Los Caramelitos Descalzos y en reconocimiento prometió elevar un templo para ellos.

El castillo de Tyszkiewicz sirvió de base para el venidero convento, que él les regaló en 1627. Pronto, los monjes elevaron la iglesia subterránea con celdas, además, levantaron las criptas y dependencias, fortificaron las murallas de ciudadela. Y un siglo después, edificaron magnifica iglesia barroca Mariinskaya que hoy en día es la joya escencial no sólo del complejo monasterio sino de toda la ciudad. El icono milagroso que se halla en la catedral, atraía a muchos peregrinos y las ferias anuales mandadas por el rey polaco fueron la magneto para los comerciales y artesanos. Y así, la ciudad se vio obligada amplificar sus terrenos para acomodar todos los que deseaban visitarla y poco a poco se convirtió en un floreciente centro comercial y cultural.

A principios del siglo XIX, después de ser usurpada, junto con otros terrenos ucranianos, por el Imperio ruso, la ciudad atrajo a mucho judío que decidieron mudarse aquí. En aquel entonces la población hebrea constituía el 90% del total. Otra causa de tanta distribución es que cerca de Berdichiv estaba ubicada así llamada “línea hebrea”, el signo geográfico que demarcaba la zona en el Imperio ruso para posibilidad del alojamiento de judíos. Por eso a Berdichiv le llamaban el Jerusalén de Volín.

En general, una de las páginas de la historia más trágicas de Berdichiv está relacionada con la población hebrea, ya que durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis establecieron aquí el campo de la muerte y mataron a más de 40 mil hebreos. Actualmente, la comunidad israelí de Berdichiv cuenta con unas cuantas centenas de personas, sin embargo, cada año aquí vienen miles de peregrinos. Les atrae el cementerio hebreo y el mausoleo de Levi Yitzchok, el ilustre filosofo judío, uno de los fundadores de jasidismo (la corriente religiosa en el judaísmo) en Europa Oriental.

Otro lugar de interés relevante de Berdichiv es la iglesia católica de Santa Bárbara cuyas formas barrocas hacen recordar la famosísimas Iglesia del Gesù en Roma. Por otra parte, no sólo el exterior del tempo fascina e impresiona sino la pléyade de las personas distinguidas que lo han visitado. Así, a principios del siglo XIX la catedral llenó de los sonidos maravillosos creados por propio Frederic Chopin que interpretaba las obras en la iglesia. Y más tarde, aquí se casó famoso escritor francés Honoré de Balzac. Su boda es conmemorada con la placa.

¡Es difícil llamar Berdichiv un centro turístico excepcional, sin embargo, es suficiente hacer un viaje de un día para conocer esa ciudad maravillosa!

Ubicación: Berdichiv está ubicada a 43 km de Zhitomir y a 230 km de Kiev. La ciudades están muy bien comunicadas por los autobuses y trenes.