Járkiv

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Járkiv es la ciudad más grande de Ucrania de Este y la segunda del país según la población. Es difícil afirmar que la ciudad es muy atractiva para los turistas, ya que ante todo es un importante centro de negocios, núcleo científico y corazón industrial. Sin embargo, junto con eso, Járkiv posee un encanto particular y magia irresistible que penetra en los corazones de cada uno que tiene la suerte de visitar esa megalópolis.

La ciudad fundada en 1654 por los cosacos emigrantes en la afluencia de los ríos Lopan y Járkiv. El último dio el nombre a la ciudad. Primero la ciudad desempeñaba las funciones defensivas, ya que protegía las fronteras meridionales del Imperio ruso de los asaltos de nómadas. La ubicación geográfica acertada de la ciudad le convirtió a Járkiv en un relevante centro comercial e industrial de la región. De 1919 a 1934 fue la capital de la Ucrania soviética. En aquel entonces la ciudad fue un significativo centro industrial de la URSS, la tercera después de Moscú y San Petersburgo. Actualmente, Járkov concentra el potencial científico y de producción de Ucrania de Este.

La arquitectura majestuosa y monumental del período soviético sólo subraye el estatus de la ciudad y añade a su aspecto exterior la severidad que es suavizada por lo verde de parques y grandeza de catedrales magníficos. El corazón de Járkiv y su orgullo principal es la famosa plaza Svobody, la más grande de Europa y la tercera en el mundo. La joya principal de su conjunto arquitectónico es el complejo de Gosprom diseñado de constructivismo. Está compuesto de unos cuantos edificios unidos por los puentes situados a diferentes niveles. La casa de la industria estatal en Járkiv fue construido a principios del siglo XX y fue el primer edificio de muchos pisos en Ucrania.

Cerca de la plaza se encuentra el hermosísimo parque Shevchenko donde se puede admirarse de las cascadas de las fuentes y, además, ver el monumento en honor del ucraniano más glorioso, Taras Shevchenko. Luego dar un paso por la ciudad para conocer su arquitectura exquisita. Pues, el lugar de interés más atractivo es la catedral de Anunciación (Blagoveshchensky) que es muy reconocido por mampostería intricada en forma de franjas y su estilo bizantino. De repente detrás de ella se puede ver el tempo ortodoxo más viejo de Járkiv, la catedral de Asunción (Uspenskiy), construido en el siglo XVIII según el estilo de barroco ruso. Su campanario elevado para conmemorar la victoria del ejército ruso contra las tropas de Napoleón en 1812 es la edificación más alta en la ciudad y es considerada uno de los campanarios más altos de Ucrania. Últimamente, la catedral obtuvo el órgano, y actualmente aquí celebran los conciertos de maestros de la música de cámara.

Además, es obligatorio pasar por la parte vieja de la ciudad, especialmente, por la calle Symskaya donde han conservado las casas encantadores de diferentes épocas. Así o asá, pero sin duda se encontrarán en la plaza Konstitutsii donde se hallan numerosos monumentos curiosos. El más destacado es un termómetro grande donde los ciudadanos prefieren quedar para citas. Además, aquí hay dos tanques, uno soviético y otro inglés, instalados en honor de la Guerra Civil de 1918-1922.

En la calle Sumskaya, en frente del teatro de ópera, se encuentra uno de los símbolos de Járkiv, la fuente única “Zerkalnaya struya” (El chorro de espejo). El conjunto representa un pabellón y debajo de cual salta el agua cristalina. Por la noche, después de encender la iluminación, la fuente parece una verdadera maravilla.

Visitando Járkiv, es necesario visitar Museo de arte de Járkiv que es el más viejo en la ciudad. La galería alberga una colección considerable que cuenta con más de 20 mil muestras. Ellos son las obras de la pintura, escultura, arte aplicado. El museo de historia y arte en Parjómovka que contiene los originales de Picasso, Kandinsky, Malévich y otros maestros de la fama mundial también provoca el interés intenso. Además, Járkiv es famoso por los monumentos extraordinarios tales como máquina de coser, válula de gas y hasta motor de combustión interna.

Pero no es suficiente sólo ver Járkiv. Es obligatorio sentirse su energía irresistible y sumergirse en la atmósfera inolvidable. Járkiv, gracias a muchos jóvenes (ya que es el centro estudiantil de Ucrania), vive muy activamente y da un empuje de energía a cada su huésped.