Dnipro

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Dnipropetrovsk es una ciudad maravillosa que se extiende a ambas orillas del poderoso río Dniéper y es considerada una de las ciudades más vivas y brillantes del Este de Ucrania. A parte de que es un centro industrial y económico del país, ella lleva el título de la capital del cosmos de Ucrania y es una ciudad encantadora que atrae a los turistas con la arquitectura maravillosa, parques numerosos, pasillos pintorescos y monumentos de valor históricos.

La fundación de Dnipropetrovsk data de 1776, ya que justo entonces Catalina II de Rusia viajando por el Imperio ruso mandó a Grigori Potiomkin elevar la ciudad aquí. Sin embargo, la construcción de la ciudad empezó sólo en 1787 junto con la edificación de la Catedral de Transfiguración (Preobrazheniya), y el primer ladrillo fue puesto por propia emperatriz. La ciudad que obtuvo el nombre Yekaterinoslav, según creían los fundadores, debía convertirse en la tercera capital del Imperio Ruso. Pero esas expectativas puestas en futuro fracasaron, porque después de la muerte de Catalina II de Rusia el desarrollo de la ciudad se frenó.

Y sólo a finales del siglo XIX la situación cambió bruscamente porque Yekaterinoslav, gracias a los yacimientos de metales y aparición del ferrocarril, se convirtió en una ciudad floreciente y desarrollada. En 1926 la ciudad de Yekaterinoslav obtuvo nuevo nombre, Dnipropetrovsk. Su nombre es neologismo que consta de dos partes: el río Dniéper y el activista soviético, Grigori Petrovski.

El Dnipropetrovsk moderno combina fácilmente el ritmo acelerado del centro de negocio con la atmósfera apacible de numerosos parques donde prefieren pasar su tiempo los ciudadanos. Pero el lugar más amado por los residentes y huéspedes de la ciudad de Dnipropetrovsk y apropiado para dar los paseos y disfrutar el ocio, es el pasillo costero Lenin que es considerado el más largo de Europa. La calle lleva al principal lugar de interés de la ciudad, leyendaria isla Monastirsky (de monasterio). Es sabido de sobra que en el siglo IX aquí estaba el convento bizantino (desde aquí proviene el nombre de la isla). En aquel entonces aquí pasaba famosa “Ruta comercial de los varegos a los griegos” y por eso la isla era usada como campo de transbordo. Así, hace mil año la princesa Olga de Kiev estaba aquí durante la tormenta y, después, Vladimiro I de Kiev descansaba aquí. Hoy día la isla forma parte del parque Shevchenko, el más grande de Dnipropetrovsk. Aquí hay un teleférico de donde se abren las maravillosas vistas panorámicas a la ciudad. Además, aquí se encuentra la iglesia de San Nicolás (Nikolayevskaya). Otro lugar de interés que está estrechamente ligado a la isla es el puente trazado sobre el pasillo costero que ella lleva a la isla.

La arteria principal de la ciudad, la avenida Karla Marksa, es famosa por los edificios que han conservado aquí desde el siglo XIX. Entre los más hermosos cabe distinguir el edificio de la universidad nacional, Ayuntamiento y Club inglés y, además, el glorioso museo histórico que es considerado uno de los más viejos de Ucrania. Saltó a la fama merced a su colección grande de las muestras antiguas y singulares. Hoy día el museo cuenta con siete mil objetos expuestos y alberga un diorama atractivo para los turistas que lleva por título “La batalla por el río Dniéper” que cuenta sobre los acontecimientos trágicos de la Segunda Guerra Mundial y, además, la colección más amplia de las esculturas de piedra cuya edad alcanza cinco mil años.

Pero el primordial orgullo arquitectónico de Dnipropetrovsk es la Catedral de Transfiguración (Preobrazhensky) que dio el empuje a la fundación de la ciudad. Según el proyecto del alarife, el tamaño de la catedral en Dnipropetrovsk debía superar el de la Catedral de San Pablo en Roma. A pesar de que la intención no se vio la luz, la catedral de Transfiguración sorprende y fascina a la vez, ya que tiene un exterior magnífico. Hoy en día no es sólo el edificio exquisito de la ciudad sino su sagrada y centro espiritual.

Dnipropetrovsk atrae con su armonía fabulosa. Los edificios que fueron construidos hace dos siglos avecinan con los hi-tech, y la severidad de los gigantes de metalurgia están sumergidos en lo verde de los parques, pasillos y bulevares… Todas esas joyas junto con el patrimonio cultural e histórico crean una atmósfera que hace distinguir Dnipropetrovsk entre otras ciudades del país y atrae a miles de viajeros de todo el mundo.