Lutsk

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El corazón de Volín es la ciudad de Lutsk, una de las ciudades más antiguas, más misteriosas y más encantadoras de Ucrania. Es muy célebre por su historia rica y viva que le da un aspecto particular. El Lutsk de hoy combina acertadamente los monumentos de la arquitectura soviética con la elegancia de los edificios viejos que se remontan a los tiempos de Rus de Kiev y Europa medieval.

La historia no sabe la fecha exacta de la fundación de Lutsk pero las primeras menciones datan de 1085. Los documentos afirman que la fortaleza poderosa de la ciudad no rindió durante seis meses bajo el asedio polaco. Según comentan las fuentes históricas, la fortificación fue elevada en 1000 por Vladímir, el príncipe de Kiev. En aquel entonces la ciudad tenía el nombre Luchesk que proviene de la palabra “luc” curva del río.

En el siglo XIV, la ciudad de Lutsk formó parte del Gran Ducado de Lituania y se convirtió en su segunda capital. Durante ese período la ciudad se desarrollaba y se prosperaba muy activamente debido a la ubicación acertada justo en la vía del mar Báltico al Imperio bizantino. Al hacerse un importante centro comercial, Lutsk empezó a atraer a los vendedores de diferentes países y como consecuencia obtuvo la mezcla de las naciones. En particular, en la ciudad surgieron los barrios polacos y alemanes que enriquecieron la apariencia arquitectónica de Lutsk. Polonia aportó considerablemente en la creación de la imagen inolvidable de la capital de Volín que estuvo bajo su poder en los siglos XVI y XVII y un siglo después, Imperio ruso.

Hoy en día, la parte vieja de Lutsk que comprende la concatenación de la gran cantidad de los monumentos de la historia, la arquitectura y los edificios sagrados, la han reconocido el vedado de la historia y la cultura. La ciudades, Vieja y Nueva, están dividas por la hermosa calle de peatones de Lesi Ucrainqui que conduce al principal símbolo de Lutsk, el castillo de Liubart (Castillo superior). La ciudadela está incluida en la lista de las fortificaciones más viejas no sólo de Ucrania sino de toda Europa. Además, es uno de pocos monumentos conservados casi en su aspecto original en los terrenos ucranianos desde los tiempos del Gran Ducado de Lituania. El territorio del castillo alberga unos cuantos museos, a saber: de las armas, de los libros, de la pintura y el más atrayente y, a propósito, el único de Ucrania, museo de las campanas cuya colección contiene una de las más viejas campanas del país.

Una particularidad del conjunto arquitectónico de la Ciudad Vieja es la Catedral de San Pedro y San Pablo construido en el siglo XVII como iglesia católica dentro del monasterio de la Compañía de Jesús. La magnificencia del exterior y el esplendor del interior adornado de molduras, esculturas y pinturas murales de artistas de talento impresionan y sorprenden a la vez. Es curioso que debajo del templo estén ubicados los túneles subterráneos que tienen unos niveles y extienden a decenas de kilómetros. Dicen que fue las vías de la retirada en los tiempos difíciles para los ciudadanos de Lutsk. Las mazmorras de la Catedral de San Pedro y San Pablo los comparan al otro mundo y ellos tienen la razón, ya que penumbra, tumbas, montón de huesos y cráneos creen un ambiente peculiar.

Otra obra maestra de la arquitectura sagrada de Lutsk es la Catedral de la Trinidad. Fue levantado en el siglo XVIII como iglesia católica del monasterio de ordeno de Bernardino y fue diseñado de rococó. Pero después de la eliminación del orden, el templo se convirtió en ortodoxo y, así, fue renovado del barroco tardío.

Los representantes de diferentes religiones y culturas han dejado las considerables huellas en las fachadas de los monumentos arquitectónicos de Lutsk. Por eso su centro histórico alberga no sólo las sagradas ortodoxas sino la sinagoga, la iglesia protestante y kenasa de caraítas.

Además, en Lutsk se organizan los festivales vivos, ferias nacionales y torneos de caballeros medievales que se celebran en el castillo de Liubart. Así, los huéspedes de la ciudad tienen la posibilidad no sólo admirarse de las catedrales multiseculares y pasar por las calles estrechas de la ciudad medieval sino sumergirse en la atmosfera de la fiesta incesante.