Iglesia de Jesuitas (Catedral de San Pedro y San Pablo)

Teatralna St. 11

Elevada en el pleno corazón de la parte histórica de Lviv, la catedral jesuítica de San Pedro y San Pablo es una de las edificaciones más grandes y más emblemáticas de la urbe. Situada en la calle Teatralna, la más larga de la Ciudad vieja, es declarada una de las atracciones principales de Lviv.

La compañía de Jesús Cristo –la orden más influyente dentro de la Iglesia Católica– siempre destacaba por su alto nivel de educación y aparecieron en Lviv a finales del siglo XVI. Tras unos años, ellos construyeron aquí una pequeña iglesia de madera. Sin embargo, un templo modesto no estaba en conformidad con los fines de Compañía de Jesus: fortalecer el prestigio de la orden y suscitar el poder de la Iglesia Católica. Por eso, los jesuitas decidieron edificar una nueva catedral grandiosa que sorprendería y impresionaría por sus tamaños y majestuosidad.

No obstante, el magistrado local no se daba prisa de asignar el lote de tierra a los jesuitas, ya que valía mucho debido a los tamaños pequeños de la ciudad. Sólo la intervención del rey polaco, Segismundo III de Polonia, que a propósito pertenecía a esa orden, apoyó la asignación del lote de tierra para la construcción de un tempo de piedra de San Pablo y San Pedro.

La construcción iniciada en 1620 duró veinte años. Por desgracia, la crónica de la ciudad no sabe nada acerca del autor del proyecto. Sólo hay una información que fue un monje jesuítico que echó primera piedra y Giacomo Briano –el autor de muchas iglesias jesuitas en Polonia y Alemania– fue encargado de encabezar las obras de construcción.

La catedral se convirtió en uno de los primeros monumentos barrocos de Lviv y siempre iba fascinando a los ciudadanos no sólo en virtud de su magnificencia, sino de sus tamaños considerables: 41 metros de largo, 22 metros de ancho y 26 metros de alto. La fachada de gala fue adornada por nichos y estatuas de los santos jesuíticos y numerosos elementos decorativos. En 1701, junto a la catedral se construyó una torre adyacente que se hizo la más alta de la ciudad. Después, allí instalaron un reloj. Sin embargo, debido a la destrucción de la Cámara Municipal (Ratusha) de Lviv, las autoridades locales mandaron quitar el nivel superior de la torre, después de que se igualó con la catedral.

La riqueza y abundancia del interior no cede a las del exterior. Las paredes del templo son adornadas por las pinturas viejas al fresco y bajorrelieves, numerosas esculturas y molduras. Pero la mayor joya de la catedral es el impecable altar barroco, creado a mediados del siglo XVIII.

Además, la catedral de San Pedro y San Pablo goza de fama del templo más misterioso de Lviv: lo justifican una red de subterráneos que se puede visitar con excursión. Aquí reina una atmósfera inconfundible del Lviv medieval. Uno de los hallazgos más relevantes de la iglesia es el sarcófago de piedra del siglo XVIII destinado para el arzobispo Vizhitsky.

Pero lo más característico de los subterráneos antiguos es la leyenda de la fantasma del Monje negro que vaga por los laberintos oscuros. Dicen que hace mucho, en virtud de su conducta muy rebelde, un fraile fue encadenado en la celda subterránea para pedir el permiso de Dios. Un poco después, un desconocido llegó a visitar al monje. Él estaba en la celda durante un largo período de tiempo pero cuando los monjes vinieron allá, la celda era vacía. Sólo un trocito de papel firmado por la sangre estaba en el suelo. Fue un acuerdo según cual, el monje vendió su alma al diablo. Dicen que desde entonces su fantasma vaga por los subterráneo en búsqueda de la personas que le ayuden a romper el acuerdo desgraciado.

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