Casa con Quiemeras de Járkiv
La Casa con Quimeras de Járkiv está fuera de los circuitos habituales. Sin embargo, este recinto extraordinario de estilo modernista con un leve toque de la gótica inglesa, aún no cuenta con infinidad de esas criaturas peculiares y le cede en las formas intricada a su hermana capitalina, pero es digno de ser explorado.
A principios del siglo XX, en Járkiv junto con las escuelas públicas femeninas, funcionaron las privadas. Una de las más populares entre ellas pertenecía a las hermanas Pokrovsky, que se vieron obligadas a ampliar su recinto educacional. Entonces, se dirigieron a su hermano, famoso alarife, quien fue el principal arquitecto de la parroquia ortodoxa de Járkiv. Así, él proyectó un edificio de seis pisos.
La fachada del recinto peculiar, elevado entre 1912 y 1914, según la doctrina del estilo modernista, fue decorada con los escudos caballerescos y las representaciones esculturales de bestias y animales fantásticas: salamandras, leones, lobos, quimeras, entre otros. Además de las figuras de los personajes curiosos, las paredes de la casa contaron con bajorrelieves del propio alarife Pokrovsky y su asistente que se asoman debajo del balcón del segundo piso: fueron introducidos en proyecto por sus hermanas sin avisar a nadie. El propio Pokrovsky está representado a modo de un profesor en las gafas, y su auxiliar es el estudiante-escribiente medieval.
En el cuarto piso de la fachada de la Casa con quimeras están emplazadas simétricamente dos figuras antropoides, que inclinadas de una manera innatural, sostienen las columnas elegantes que como si bajaran de la cubierta. Hace poco, fueron bautizadas por los locales que actualmente les nombran Gollum, por una semejanza sorprendente con el personaje homónimo de la famosísima novela ‘El Señor de los Anillos’ por J. R. R. Tolkien. A propósito, merced a los actuales residentes del edificios –estudiantes de la facultad teatral– uno de los Gollums de Járkiv siempre tiene pintadas las uñas de los pies.
La crónica de la Casa con quimeras no puede jactarse de los acontecimientos más vibrantes. La escuela de hermanas Pokrovsky existió sólo seis años y en 1920 fue cerrada. Durante la época soviética, el recinto impecable albergaba distintas instituciones educativas, después de que la casa estuvo cerrada durante 15 años. Luego, el edificio reformado lo entregaron a la facultad teatral del Instituto de artes de Járkiv que está ahí hasta al día de hoy.