Palacio de Bandinelli (Museo de correos)

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Rynok Sq. 2

Formando parte del impecable conjunto arquitectónico de la plaza Rynok, el palacio de Bandinelli está considerado uno de los monumentos más notables de la época de Renacimiento en Lviv. El palacio fue construido en vez de una casa gótica a finales del siglo XVI. La elevación fue encargada por el mercader y boticario Janusz Vedelsky, pero el recinto saltó a la fama merced a otro propietario, Roberto Bandinelli. El edificio lleva su nombre hasta hoy en día.

El mercader florentino, Roberto Bandinelli, que según dice una leyenda fue un nieto del ilustre escultor italiano Baccio Bandinelli, por primera vez llegó a Lviv en los años 20 del siglo XVII. De repente, se enamoró perdidamente de ciudad por eso decidió asentar aquí. Él obtuvo la ciudadanía y adquirió una hermosa casa en la plaza central que atrajo su vista con las figuras de delfines, los animales que estaban considerados los símbolos de suerte y prosperidad en los asuntos de comercio.

Sin embargo, la empresa de Bandinelli fracasó, por eso decidió dedicarse a los correos. En 1629, el rey Segismundo III de Polonia concedió al italiano el privilegio de ocuparse de los correos reales, y junto con eso el título del máster real. En el mismo año, Bandinelli abrió la primera oficina de correos no sólo de Lviv, sino de toda Ucrania.

El nuevo oficio fue bastante provechoso, ya que en aquel entonces los servicios de correos fueron caros: por ejemplo, para enviar una carta que pesaba seis gramos a Gdansk, uno debía pagar un precio que equivalía al salario de un día cobrado por el artesano cualificado. Debido a ello, el magistrado de Lviv decidió que los servicios de correos fueron demasiado caros, cerró la oficina y así casi arruinó a Bandinelli quien ya asignó mucho dinero a su empresa.

Un siglo después, los nuevos propietarios remodelaron el edificios, sólo conservando el portal con las columnas y una ventana adornada con las mismas esculturas de delfines. Después aquí estaba alojada la librería que se convirtió en la sede de los encuentros de la élite intelectual de Lviv. Actualmente, las salas renovadas del palacio de Bandinelli albergan el Museo de correos, dedicado a la historia de servicios postales desde el siglo XVII hasta los principios del siglo XX cuando Lviv formó parte de las monarquías polacas y austro-húngaras.

Las tres salas del museo totalizan centenas de muestras que se jactan de su singularidad. Entre las más notables cabe mencionar los cofres de viaje de los reyes –el polaco y el sueco–, mapas antiguas, uniforme del cartero originario de la primera mitad del siglo XIX, primeras tarjetas postales artísticas, asimismo las armas que fueron usadas por los carteros de Lviv en caso de un peligro.

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