Castillo Palanok

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Kurutsev Lane 5

El Castillo medieval Palanok cuyas torres agudas coronan la colina urbana, es considerado el mayor lugar de interés de Mukacheve. Más de cien mil personas de todo el mundo vienen anualmente ahí para contemplar uno de los mejores ejemplares de las obras de fortificación conservadas en los terrenos ucranianos.

Suponen que el nombre peculiar del castillo de Mukacheve proviene de la emplalizada-palanok cuyos orígenes se sitúa en la época de Rus de Kiev. En aquel entonces representaba una fortificación hecha de madera. Sólo a finales del siglo XIV –después de que la fortaleza fue apoderada por el príncipe de Podil, Fiodor Koriatovich– fue reconstruido de piedra y se convirtió en una relevante obra militar y defensiva. El castillo fue rodeado por las murallas gruesas, foso profundo, además, obtuvo nuevos torres y casas. Las últimas fueron unidas por los pasos largos y estrechos. Uno de ellos llevaba el nombre el pasillo de la muerte. Si el enemigo se encontró en la fortaleza –justo en ese pasillo– la entrada y salida fue bloqueada por las puertas metálicas, y de arriba vertían agua hervida o alquitrán caluroso.

Durante la gobernación de Koriatovich, en el territorio del castillo apareció un interesante objeto, el pozo de 85 metros a cual está vinculada una leyenda peculiar. Ya cavaban hace mucho pero el agua no tuvo prisa de llenar el foso. Entonces, al propietario de la fortaleza llegó el diablo y ofreció cambiar el agua en el pozo por el saco de oro. El príncipe no tuvo mucho dinero y decidió darse de mañas: le dio a diablo un saco más pequeño con dos monedas. El diablo frustrado tomó el dinero y saltó en el pozo. Dicen que hasta hoy día se puede oír sus gritos ofendidos.

Desde el siglo XVI, el castillo de Palanok se encontraba en el campo de batalla entre Austria y Transilvania por eso pasaba constantemente de manos a manos. En 1633, el príncipe transilvano Jorge Rákóczi que convirtió la fortaleza de Mukacheve en un centro de su principado. Merced a nuevo propietario, el castillo iba desarrollando y ampliando. El Castillo viejo, o Castillo superior fue renovado y cerca elevaron dos castillos más, el Mediado y el Inferior.

Después de la muerte del príncipe, las riendas del gobierno pasaron a su viuda, Sofía Báthory cuyo reinado es marcado por la construcción de dos terrazas defensivas más, y el anillo protector, entre otros. A propósito, la princesa fue uno de los gobernadores más extraordinarios de Palanok y es famosa por ser muy cruel. Dicen que para obtener la juventud eterna, ella bebía la sangre humana y se bañaba en ella.

La historia del castillo de Mukacheve está estrechamente ligada al nombre de otra mujer, Ilona Zrini, la cuñada de Sofía Báthory. A diferencia de su suegra, saltó a la fama merced a su valentía excepcional que mostró durante el asalto de las tropas austriacas. Entonces, el asedio duró más de dos años y medio y durante todo ese plazo considerable, Ilona Zrini encabezaba guarnición del castillo. Pero en definitiva, el castillo fue asaltado por los enemigos: los austriacos engañaron a Ilona Zrini y le hicieron a firmar el acto de rendición.

A finales del siglo XVIII, el castillo Palanok perdió su valor estratégico. Dentro de poco, ahí inauguraron la cárcel política de la monarquía austriaca que existió más de cien años. Después la fortaleza estaba vacía.

Actualmente, el castillo de Palanok alberga el Museo histórico de Mukacheve. Ahí se puede contemplar más de diez exposiciones interesantes. Además, cuenta con una pinacoteca donde exhiben los mejores lienzos de los artistas procedentes de Ucrania del Oeste y los iconos viejos. Unas salas del castillo Palanok ofrecen conocer una exhibición “Las iglesia de madera de Transcarpatia” y el salón artístico donde se puede adquirir los cuadros de pintores locales, junto con los suvenires. Además, ahí funcionan los cafés donde se puede saborear una taza de café aromático admirándose de los panoramas del castillo.

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