Castillo viejo
Iniciador de la ciudad de Ternópil –el Castillo Viejo– es catalogado el monumento nacional de la arquitectura y, por razón, está considerado uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Siendo el edificio más antiguo de la villa, el castillo está presentado en el escudo de Ternópil y eso subraye su valor y papel que ha desempeñado en la crónica urbana.
La construcción de la plaza fuerte se inició en 1540 en la valle del río Seret cuando el rey polaco Segismundo I de Polonia otorgó la carta para la fundación de la ciudad al hetman coronado, Jan Tarnowski. El castillo cuya edificación duró ocho años se convirtió no sólo en la residencia del propietario de la nueva villa, sino en la plaza fuerte donde los vecinos solían esconderse durante los ataques enemigos. La defensa de las fronteras suroestes de la Mancomunidad de Polonia-Lituania ante las invasiones seguidas de los tártaros y turcos estaba considerada el principal objetivo de las obras de fortificación de Ternópil.
El circulo exterior de la defensa representaba un muro de tierra alto fortalecido por una empalizada de roble, por una parte y un foso de castillo profundo que fue lleno de agua de un estanque artificial, por otra. Las orillas fangosas del río Rudoc protegían la plaza fuerte del Norte. La obra de fortificación tenía una forma rectangular fortalecida por las torres poderosas en cada rincón. Se podía acceder al castillo sólo a través de las puertas a donde llevaba un puente levadizo.
El edificio clave del conjunto de fortificación fue un palacio, la residencia de los propietarios de Ternópil. En virtud de un emplazamiento complicado, el castillo fue construido de múltiples niveles: tuvo tres pisos terrestres y dos subterráneos que se veían de la orilla abrupta del estanque. El palacio fue rodeado por otras edificaciones: panadería, cocina, cuadra y un arsenal considerable. Pese al sistema complicado de la defensa, el castillo de Ternópil sufría de los ataques seguidos de tártaros y turcos en los siglos XVI y XVII. El año 1675 resultó más destructivo para la plaza fuerte: fue devastada por las tropas tártaras. Los propietarios iban renovando el castillo durante un siglo siguiente pero de nuevo se decaía.
Fue el conde Franciszek Koritovsky –el nuevo propietario de Ternópil– quien dio el empuje en la vida del castillo. Decidió remodelar la plaza fuerte que había perdido su valor defensivo, y transformarla en un palacio. Mandó desmontar todas las fortificaciones –muros, torres y puertas– y el foso fue cegado. El palacio fue rodeado por un muro de piedra, y las puertas principales fueron construidas en el lugar ocupado por una torre de puerta y adornadas por pilones egipcios y escudos de la familia de Koriatovsky. Cerca del palacio se construyó el así llamado Palacio Nuevo completamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial.
Por desgracia, los interiores antiguos fueron destruidos; del castillo nuevo se queda intacta sólo la planta baja. Durante los siglos XIX y XX, el palacio albergaba los cuartes, casino y luego aquí celebraron diferentes recepciones y bailes. En 1956, el edificio fue renovado y, actualmente, aquí se encuentra la escuela deportiva.