Castillos ucranianos con las leyendas más fascinantes

Los castillos ucranianos, conservados en el territorio del país, sirven de un testimonio vibrante de su historia agitada. Además ellos están considerados unos de los lugares más atractivos y más visitados de Ucrania. Los conjuntos de fortificaciones antiguos e inexpugnables en que abunda especialmente la región del Oeste, atraen no sólo en virtud de su arquitectura monumental, historia fascinante y energía impecable sino una miríada de las leyendas que cortan la respiración. Acabamos de escoger los cinco castillos ucranianos que tienen mucho que contar a los turistas y los vecinos.

Сastillo de Uzhgorod (Museo etnográfico de Zacarpatia), Úzhgorod

El castillo de Uzhgorod es una de las fortificaciones más majestuosas y más viejas de Ucrania. Su historia está estrechamente ligada a la opulenta familia húngara Dugeth que fue propietario de la plaza fuerte casi cuatro siglos. Durante esos tiempos la fortaleza se convirtió no sólo en un sitio inalcanzable, sino obtuvo su leyenda más famosa, y a la vez más horrorosa. Dicen que una vez, el militar del ejército polaco decidió apoderarse de la fortaleza de Uzhgorod y vino a la ciudad de incógnito para conocer a la bella hija del conde Drugeth. La joven se enamoró perdidamente de él y le reveló todos los secretos del castillo. Al enterarse de la traición de su hija, su padre ordenó cegarla en la pared, y el astuto militar polaco fue fusilado. Desde entonces, según dice la leyenda, la fantasma de la hija vaga por los pasillos del palacio en búsqueda de salvación.

Castillo Palanok, Mucacheve

El castillo Palanok tiene dos leyendas para contar a sus numerosos visitantes que llegan al castillo. Una de ellas está vinculada al pozo de 85 metros, localizado en el patio de la fortaleza. Los siervos llegaron a cavar mucho pero el agua no tuvo prisa de llenar el foso. Entonces, al propietario de la fortaleza llegó el diablo y ofreció cambiar el agua en el pozo por el saco de oro. El príncipe no tuvo mucho dinero y decidió darse de mañas: le dio a diablo un saco más pequeño con dos monedas. El diablo frustrado tomó el dinero y saltó en el pozo. Dicen que hasta hoy día se puede oír sus gritos ofendidos.

El otro misterio del castillo Palanok está estrechamente ligado a Ilona Zrini, la cuñada de Sofía Báthory, la propietaria más cruel del castillo. A diferencia de su suegra, saltó a la fama merced a su valentía excepcional que mostró durante el asalto de las tropas austriacas. Entonces, el asedio duró más de dos años y medio y durante todo ese plazo considerable, Ilona Zrini encabezaba guarnición del castillo. Ella fue famosa no sólo por su valentía y sabiduría, sino su belleza excepcional. Ella vino al bastión del castillo superior con sus guerreros. Al ver a la encantadora Zrini, el general mandó cesar el sitio y frenar el ataque, ya que no querría luchar contra tal hermosura.

Castillo de Kremenets, Kremenets

El castillo de Kremenets, construido en la época de Rus de Kyiv, es conocido como la única fortificación que no fue conquistada por los tártaros de Mongolia en 1240. Pero hablando de ello, la gente suele recordar el otro hecho. Al castillo de Kremenets se asocia, en primer lugar, la personalidad de la esposa del rey polaco Segismundo I Jagellón el Viejo regaló el castillo a su mujer, la princesa napolitana Bona Sforza de Milán. Ella gobernaba el castillo durante veinte años. Es ella quien fue el empuje para el nacimiento de las múltiples leyendas que cubren el castillo de Kremenets.

El secreto más agitado sigue que Bona Sforza había ocultado sus tesoros en el Monte Zamokovaya y ahora cada año, durante la Pascua de Resurrección, su fantasma vaga por las ruinas de la fortaleza. Se dice que el que no se asuste besar la fantasma de Bona, podría tomar la llave de sus labios que abre la puerta donde ella tiene ocultado el tesoro. Sin embargo, cabe tener en memoria que la puerta se abre con la primera campanada del día de Pascua y se cierra con la última. Si no alcanza hacerlo durante ese periodo de tiempo, la fantasma le llevará al infortunado consigo.

Castillo de Liubart, Lutsk

Como cualquier castillo medieval, la fortaleza de Lutsk, uno de los más viejos de Ucrania y Europa, los tienen de sobra. Una de la leyendas sigue sobre el amor trágico del Liubart. Él fue enamorado desesperadamente de la bella Oksana que no le respondía. A ella el príncipe le mandó encerrar en una de las torres del castillo y mantenerla ahí hasta que diese de acuerda casarse con él. Y al recibir otro rechazo, les ordenó a sus militares matar a la bella rebelde. Desde aquel entonces le vieron a su fantasma en el castillo muchas veces. Dicen que el alma de la joven será tranquila sólo después de encontrar su anillo, ya que uno de sus asesinos lo tomó y vendió en el mercado.

Castillo de Ostrog, Ostrog

Como cualquier castillo antiguo, el castillo de Ostrog cuenta con múltiples leyendas. Una de ellas está relacionada a la princesa Halszka Ostrogska que fue una de las novias más deseadas de Europa del Este. Su tío, Konstanty Wasyl, la hizo casarse con su pariente, el poderoso magnate que fue una gran autoridad en la Mancomunidad de Lituania-Polonia. Durante la ceremonia, que tuvo lugar en la iglesia de Epifanía, empezó una tormenta loca, comenzaron tocar las campanas, y apagaron las candelas y lamparillas. El obispo vio el signo inquieto y querría abortar la ceremonia, pero el príncipe Konstanty Wasyl consiguió su propósito y el casamiento fue llevado a cabo. La misma noche, Halszka saltó del balcón del castillo, pero no se estrelló, ya que la arrastró el viento. Desde entonces dicen, que durante las noches con luna llena, su fantasma vaga por el castillo de Ostrog.

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