Rivne

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La ciudad pintoresca y cómoda de Rivne es una de las ciudades más antiguas de Ucrania. De veras, puede ser considerado uno de los sitios más atractivos del país. Pero la historia decidió al revés: la mayoría de los edificios que constituían el patrimonio cultural fueron destruidos o dañados considerable mente durante la Segunda Guerra Mundial. Afortunadamente, la parte de los monumentos arquitectónicos fueron conservados y, actualmente, junto con los paisajes maravillosos de la ciudad representan la joya principal.

Por primera vez, Rivne está mencionada en las fuentes históricas en 1283 como la ciudad que formaba parte del Principada de Galitsia-Volinia. Pero los historiadores afirman que su edad es más respetada. Respecto a la nombre de la ciudad existen tres versiones. La primera y más común dice que el nombre es estrechamente ligado a la posición geográfica de la ciudad, ya que se ubica en las llanuras que en la lengua ucraniana se pronuncia “rivnina”. La segunda cuenta que el nombre proviene de los fosos (en ucraniano “riv”) llenos de agua que rodeaban la ciudad, Y según afirma la tercera, su nombre se debe a los antiguos poseedores, príncipes Ostrozhskiy, que la alquilaron para igualar la cantidad de sus propiedades.

Como otras ciudades de Ucrania del Oeste, la ciudad tuvo una historia bastante difícil y siempre cambiaba de gobernadores. En general, dos países vecinos, Polonia y Lituania, luchaban por ella. En el siglo XV, Rivne pasó a las manos del príncipe Volinia, Semen Nesvitskiy. y después de su muerte, su esposa María se encargo de regir la ciudad. Justo durante su gobierno, la ciudad obtuvo el derecho de Magdeburgo y el permiso para celebrar las ferias anuales que favorecieron el desarrollo económico.

Pero el auge no se duró mucho, ya que Rivne sufrió constantemente de las invasiones de cosacos, incendios grandes y epidemias de peste. A finales del siglo XVII, la ciudad formó parte del Imperio ruso y en 1939, de Ucrania soviética. Y después sobrevivió el período más sufrido en su historia de la ciudad: durante la Segunda Guerra Mundial, Rivne fue convertido en la capital de Ucrania ocupada. En su territorio se ubicaron unos cuantos campos de concentración donde mataron mucha gente. Hoy en día, aquí se inauguraron el Memorial de las víctimas del fascismo.

La guerra no tuvo piedad a la arquitectura de Rivne por eso muchos monumentos fueron destruidos por completo. Entre los que fueron salvados, cabe mencionar, la iglesia de madera de Asunción (Uspenska tserkva), la sagrada más antigua de la ciudad. Es muy original, ya que tienen el campanario de dos niveles y así llamada “cadena de principio de moral” a cual le condenaron los ciudadanos en el siglo XVIII para penitencia pública y expiación de la culpa.

Otra estrella de Rivne es magnífica Catedral de Resurrección (Voskresenskiy sobor) elevada en el lugar de la iglesia de madera por el mandato de Alejando III de Rusia. De la arquitectura medieval recuerda la iglesia de San Antonio coronada por el reloj en la fachada. Hoy en día alberga la Casa de música de órgano. Y el título de una de las ciudades más verdes de Ucrania, lo comprueba el parque Shevchenko que se extiende a 30 hectáreas, es una verdadera joya de jardinería que se convirtió en un lugar amado por los ciudadanos y los huéspedes de la ciudad.

Pese a las peripecias históricas, Rivne logró conservar su encanto particular. No hay duda que sumerges en la atmósfera inolvidable de la ciudad sólo paseando por las calles antiguas, contemplando haciendas lujosas y observando el ritmo lento de la ciudad desde los cafés cómodos. Y si Rivne no consigue conquistar su corazón con los lugares de interés, lo hará con la hospitalidad y armonía ideal.