Iglesia de Santa Bárbara

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El edifico de color rojo claro encantador de la iglesia de Santa Bárbara es declarado el monumento nacional de arquitectura. Además, es considerado uno de los símbolos característicos de la ciudad de Berdichiv. El primer templo de madera en ese lugar fue elevado en 1759 por el mandato de la hija de un magnate opulento polaco-lituano, Bárbara. Ella bautizó a la catedral, nombrando la en honor de su patrocinadora Santa Bárbara. Pero a principios del siglo XIX, el edificio de madera fue destruido y en su sitio elevaron una catedral de madera según las tradiciones típicas del siglo.

No es casual que la iglesia de Santa Bárbara posea una energía específica, ya que las personas eminentes la visitaron frecuentemente. En 1820, En Berdichiv vivió y creó un compositor joven de poca fama, Frédéric Chopin. Aquí le enseñó a tocar los instrumentos de cuerda un profesor checo, y a paralelo, organizaba y controlaba el proceso de la instalación de un órgano en la Iglesia de Santa Bárbara. Por desgracia, el órgano en cual interpretaba las obras musicales gran Chopin fue destruido en el siglo XX.

Pero fue el clásico de la literatura francés, Honoré de Balzac quien glorificó a la ciudad de Berdichiv gracia a su boda con la condesa polaca Ewelina Hańska cuyas posesiones estaban junto a la iglesia. Y siete años después, aquí bautizaron al famoso escritor inglés Joseph Conrad cuyo estilo original inspiraba a otro clásico, Ernest Hemingway.

Durante la época soviética, la Iglesia de Santa Bárbara, como otros templos del país, fue remodelada varias veces y albergaba la escuela deportiva para niños. Y sólo a finales del siglo XX, la catedral volvió a dar la bienvenida a los creyentes.