Eski-Kermen
Precio: 20 grivnas
Localizada en una meseta poco accesible, la villa antigua Eski-Kermen es una de las ciudades de cuevas más viejas y más pintorescas que se encuentran en los alrededores de Bajchisarái. Ese asentamiento medieval cuyo nombre de tártaro significa ‘La fortaleza vieja’, es un ejemplar impecable de la autenticidad rara que posee un ambiente histórico y acogedor. Además, ese atractivo es uno de los sitios más visitados de la región montañosa de Crimea.
La ciudad-fortaleza fue concebida por los bizantinos a finales del siglo VI para impedir que las tropas enemigas pasaran a Quersoneso, la principal avanzada del Imperio bizantino en la península de Crimea. Además de las fortificaciones y las gruesas murallas hechas a mano, Eski-Kermen fue fortalecida por las naturales: la plaza fuerte fue defendida por los acantilados que medían a eso de 30 metros. El sistema de fortificación contaba con un nudo meridional, el más inexpugnable, localizado al lado de la puerta principal, y el complejo de vigilia, situado al norte. Se podía acceder allí a través de un pasillo secreto, escondido en una cueva. Además, en los precipicios estaban alojadas las casamatas y casas para la guardia que controlaba los accesos a Eski-Kermen.
El siglo de oro de la ciudad coincide con los siglos X al XII. Entonces, la villa abarcaba un territorio de nueve hectáreas y su población alcanzó tres mil personas, que mayoritariamente fueron hortelanos. Además, Eski-Kermen se convirtió en un relevante nudo comercial y artesanal, y un importante centro administrativo y político de la región sudoeste de Crimea. En general, fue una auténtica ciudad medieval construida según las normas de aquel entonces: tuvo muchas manzanas rectangulares atravesadas por las calles bastante anchas. Además de las casas residenciales, la villa albergaba unas iglesias tanto en las cuevas como en la superficie.
En total, Eski-Kermen recogía más de 350 cuevas, la cantidad más grande de todas las ciudades de cuevas de Crimea. La mayoría fue utilizada con fines del hogar, por ejemplo, los establos para ganado o almacenes de alimentos. Asimismo, en las cuevas emplazaron graneros cuyos fondos ayudaban a los ciudadanos a resistir los asedios largos.
La historia de Eski-Kermen finalizó en 1299 cuando la villa fue casi completamente destruida por los mongoles. Había intentos de renovar la villa pero cien años después, el ejército mongol destruyó la ciudad para siempre. Desde entonces Eski-Kermen está desierta y cubierta con una infinidad de heridas-cuevas. Pese al final trágico, la villa logró conservar restos de numerosas fortificaciones, templos, casas talladas en rocas. Actualmente, aquí se puede pasar por las casas de piedra y dar una vuelta por las calles medievales.
Lo más característico de Eski-Kermen es que alberga un templo de los Tres Jinetes tallado en una roca grande. Sus interiores han conservado los fragmentos de la pintura al fresco de los siglos XII al XIII. Además, hay ruinas de otro templo antiguo, basílica, construida hace mil quinientos años, que se yergue sobre la antigua plaza central de la villa. Entre otros atractivos de Eski-Kermen cabe señalar el pozo muy profundo que está trazado a todo el espesor de la roca. Adentro lleva una escalera con 89 escalones, que antes conducía a una cueva donde se recogía agua de los manantiales que brotan a pie de la meseta.
[Cómo llegar. En Bajchisarái hay que tomar un autobús que va a los pueblos vecinos de Eski-Kermen: Jolmovka, Zalesnoe o Krasniy Mak. Desde donde hay que ir a pie hasta la meseta.