Fortaleza Eni-Kale
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La antigua fortaleza Eni-Kale cuyos fragmentos gruesos se yerguen en la parte noroeste de la ciudad, ostenta el título de un monumento valioso de la arquitectura y forma parte de la lista de los lugares más emblemáticos de Kerch. Una plaza fuerte formidable que se destaca por unas formas peculiares fue construida por los turcos a principios del siglo XVIII, durante el empeoramiento del conflicto de dos imperios –ruso y otomano– acondicionado por ardiente deseo de dominar el Mar negro.
La fortaleza fue levantada bajo de la dirección del afamado alarife italiano que fue apoyado por varios ingenieros franceses. Elevada dentro de unos años, la plaza fuerte fue bautizada Eni-Kale que de turco significa ‘La fortaleza nueva’. Localizado en un acantilado, en la parte más estrecha del golfo de Kerch y fortalecido por los cañones, ese fortín poseía una gran importancia estratégica y desempeñaba excelentemente su función principal: impedía que las naves rusas pasaran por el Mar Negro y el Mar de Azov. Además, Eni-Kale fue una residencia de pachá o bajá turco.
La fortaleza amurallada que abarcaba un territorio de 2.5 hectáreas, fue de forma pentagonal irregular, y debido al relieve complicado fue emplazada entre varios niveles. Sus rincones contaban con cinco semi-bastiones, unos de ellos sobresalían fuera de la línea de las murallas. Ellos fueron aptos de resistir un asedio prolongado y fuego de artillería del enemigo. Otro punto de la defensa de Eni-Kale fue un foso de castillo que la rodeaba por tres de sus lados.
Dentro del recinto defensivo fue hecho un pozo pero él no fue capaz de abastecer todos los habitantes con agua dulce. Ese problema fue solventado mediante una tubería cerámica subterránea que aunaba Eni-Kale con un manantial, localizado a unos kilómetros de la plaza fuerte. Además, la fortaleza albergaba dos almacenes de pólvora, arsenal, mezquita, baños y casas residenciales.
Durante la segunda década del siglo XVIII, las pasiones entre dos imperios enemigos fueron un poco apagadas, así la fortaleza Eni-Kale se ocupó de los asuntos de aduana, ya que debido a su ubicación privilegiada se convirtió en un agitado centro comercial. Pero dentro de cincuenta años, la emperatriz rusa, Catalina II de Rusia, declaró la intención de solventar el asunto del Mar negro. El sultán turco decidió adelantarla y empezó la seguida guerra ruso-turca, pero la perdió. En verano 1771, pese a refuerzos enviados de Estambul, la guarnición otomana abandonó Eni-Kale sin luchar. Dentro de poco, tanto Kerch como la fortaleza formaron parte del Imperio ruso.
Así, la plaza fuerte perdió su valor defensivo, y su territorio albergaba un hospital militar que existió a eso de una mitad del siglo. Después de su clausura, la fortaleza Eni-Kale fue abandonada por completo. Actualmente, la fortaleza formidable cuenta con una puerta pintoresca, unas murallas y bastiones con torres elegantes que descuellan sobre la mar. Pero lo más importante, es que aquí reina la atmósfera incomparable y un espíritu de tiempos pasados.
Cómo llegar. Se puede llegar a la Fortaleza Eni-Kale en un autobús Nº 24 que parte de la estación de autobuses de Kerch.