Capilla de familia de Boim
Contigua a la Catedral Latina, la Capilla de familia de Boim es uno de los edificios más impecables, entre los que están dispersados por el casco antiguo de Lviv. Decorada de los inmejorables tallados de piedra y majestuosas obras artísticas, el recinto de la capilla está considerada una obra maestras arquitectónica, o sea, una verdadera estrella de la arquitectura medieval.
La capilla fue construida a principios del siglo XVII a modo de un sepulcro para la familia de Boim, los representantes de la cual habían hecho mucho para el desarrollo de Lviv. La elevación fue iniciada por Jorge Boim según corría la voz prestaba dinero al propio rey, y fue finalizada por su hijo Pablo.
La cripta familiar donde yacen los restos de 14 familiares de Boim se encontraba en el cementerio, localizado en el patio de la iglesia. A finales del siglo XVIII, las autoridades austriacas se preocuparon muchos de los problemas ecológicos y sanitarios, por eso ordenaron trasladas los túmulos a nuevos terrenos en las afueras de la ciudad. Las criptas debían ser demolidas. Sin embargo, hay tres capillas que fueron conservada, incluso la de Boim.
El recinto cuadrado del estilo tardo-renacentista está coronado con una cúpula cuya cima cuenta con una figura atípica de sentado Jesús Cristo triste. La fachada oriental está ornamentada con los retratos al fresco de Jorge Boim y su esposa Eduviges, y la fachada del norte con los bajorrelieves de Santa Virgen y Jesús, debajo de las cuales está el relieve escultural de Jorge de Capadocia que fue el patrón de la familia de Boim.
Pero lo más valioso de la capilla es su fachada del oeste que está cubierta por el magnífico tallado de piedra. Es muy rico en los bajorrelieves que representan las escenas de Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Debido a ello, la capilla fue apodada ‘la Biblia para los pobres’ sobreentendiendo que hasta las personas que no hayan leído la Biblia entenderán el sentido de las historias en piedra.
La abundancia de los elementos decorativos es una excelencia del interior de la capilla. Todas las paredes cuentan con las imágenes esculturales y molduras, y la capa interna de la cúpula está hecha de tal modo que llega a crear la ilusión de profundidad y espacio, aumentando visualmente el volumen de la diminuta cripta.
Entre las detalles más interesantes de la decoración del interior cabe señalar una imagen de ‘La Última Cena’, en la cual detrás de la silla de Judas que ya había obtenido sus 30 piezas de plata enseña las dientes el propio diablo. En virtud de ese elemento que altera el sujeto original, la capilla de Boim no fue santificada durante un largo período de tiempo. Según otra versión, el arzobispo de aquel entonces negó a consagrar la cámara funeral porque andaba construyendo su misma capilla que no podía comparar con el lujo de la cripta de Boim.
Merced a la semejanza evidente, la capilla de Boim siempre se la comparan a la capilla del rey Segismundo, ubicada en el Wawel de Cracovia.