Monasterio de Zimne

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El monasterio de Zimne del Monte Santo, que se yergue en una pequeña colina en el pueblo Zimne, localizado a una escasa distancia de Lutsk, es uno de los conventos más antiguos de Ucrania. Según afirma la leyenda, el claustro fue fundado por el príncipe Vladímir el Grande cuya gobernación fue marcada por el bautizo y la evangelización de la Rus de Kyiv. Justo aquí, en el Monte Santo en el año 1001, él mandó fundar su residencia de invierno, ordenando elevar dos iglesias de madera y un palacio. Desde aquí proviene su nombre: la aldea tiene el nombre Zimne (la de invierno), y el convento Zimnenskiy (el invernal). No es casual que el príncipe Vladímir el Grande escogió esos terrenos para su residencia, ya que se jactan de unos paisajes impecables. Desde la montaña, donde está el monasterio, se abren las vistas inmejorables sobre los prados donde recoda el río Luga.

Dentro de poco, el príncipe invitó al convento a los monjes que solían esconderse en las cuevas debajo del Monte Santo. El propio Monasterio de Zimne pertenecía a un tipo defensivo, ya que contaba con una ubicación acertada, fue amurallado y albergaba torres inexpugnables. Durante su historia turbulenta, el convento fue destruido y renovado varias veces, acogió tanto a los monjes ortodoxos, como a los católicos. A finales del siglo XIX, el monasterio de Zimne fue reacondicionado como el convento femenino. Durante la época soviética, la sagrada fue cerrada y casi se convirtió en las ruinas. Su renovación empezó sólo en 1991.

El claustro alberga la estupenda catedral de la Asunción, construida en el siglo XVI, la principal sagrada del convento, murallas con cuatro torres, cinco puertas, iglesia de refectorio, y unas dependencias. Además, aquí está el palacio reconstruido, donde según dice la leyenda, vivió el príncipe Vladímir el Grande. A una escasa distancia del conjunto monasterial está diminuta iglesia de la Santa Trinidad, y al lado de ella, se aloja la entrada en las cuevas antiguas con el templo subterráneo. Las cuevas de Zimne parecen mucho a los laberintos subterráneos de la Kievo-Pechersk Laura. Dicen que aquí existía una red de cuevas, y los pasillos subterráneos que conducían a cada campanil, y sus ‘ramas’ extendían en dirección de Kyiv.

No sólo la historia antigua y arquitectura original atrae como un imán a los turistas en el monasterio de Zimne, sino un icono milagroso de Santa María. Según afirma la leyenda, en 988 lo llevó consigo la princesa griega Anna, la futura esposa de Vladímir el Grande. Justo con ese icono creado en la placa de ciprés fue bendito el matrimonio de Vladímir y Anna. Después, el príncipe regaló la reliquia al monasterio de Zimne. Se considera, que el icono posee las capacidades milagrosas, y puede curar las enfermedades y ayudar a solventar los problemas cotidianos.

Hay muchas leyendas acerca de las capacidades milagrosas del icono de Zimne. Una de ellas dice que en 1724, al pueblo Zmine vino un católico, alcalde Mijaíl Chatsky que ordenó reacondicionar la catedral como la iglesia católica y remodelarlo: derrumbar tres cúpulas y dejar sólo dos. Él se apropió de las reliquias eclesiásticas, derrumbó el sepulcro, y robó todos los tesoros de iconos. Al mismo tiempo, andaba burlando: “¡Qué va, el icono milagroso no logró salvar su monasterio!” Y de repente perdió su vista.

Se considera, que es el icono de Zimne salvó la Catedral de la Asunción durante la Primera Guerra Mundial, ya que los proyectiles que habían caído en la catedral no explosaron. A propósito, esos proyectiles hasta ahora están en las paredes de la sagrada para confirmar el milagro.

Cómo llegar. Conviene llegar a Zimne de Lutsk en un autobús que parte cada media hora. Además, se puede venir allí desde la villa Volodimir-Volynski en autobús.