Catedral de la Santa Trinidad
Localizada en el pleno corazón de la ciudad, la Catedral de la Santa Trinidad es la principal sagrada ortodoxa de Dnipropetrovsk. Coronado con las cúpulas de cebolla, su recinto majestuoso de colores claros está considerado uno de los monumentos arquitectónicos más relevantes de la urbe.
La catedral fue fundada en 1837 en vez de la antigua iglesia de madera, elevada a finales del siglo XVIII que se decayó inmediatamente. Los famosos arquitectos de Petersburgo crearon el proyecto de la catedral, sin embargo, ellos no lo pusieron en marcha debido a la falta de dinero, ya que la ciudad apenas llevó a cabo la construcción de la Catedral de Transfiguración y aún estaba levantando la nueva iglesia de la Asunción. La construcción de la Catedral de la Santa Trinidad se inició sólo ocho años después de la fundación de la catedral cuando el magnate local asignó una suma enorme.
El proyecto básico de la catedral de la Santa Trinidad se distingue de lo que vemos ahora. El templo fue diminuto y no contaba con el campanil, ni recintos de servicio, ni verja. El campanario, que fue el edificio más alto de la ciudad, fue edificado sólo en los años 60 del siglo XIX. Dentro de poco, el campanil fue unido con el recinto de la sagrada por un pasillo especial. Así, fue doblada su superficie.
Durante la primera mitad del siglo XX, la Catedral de la Santa Trinidad fue cerrada por las autoridades soviéticas. Entonces, fue privada de sus cúpulas y campanas, y su verja albergaba numerosas tiendas, talleres y depósitos. El propio recinto de la iglesia fue acondicionado como el almacén. Justo entonces, el interior, incluso sus impecables pinturas, sufrió mucho daño.
La catedral de Santa Trinidad fue reabierta a principios de la Segunda Guerra Mundial. El recinto dañado de la iglesia fue renovado: volvieron los campanarios en la iglesia, las paredes fueron blanqueadas, las cúpulas las pintaron de color verde, e instalaron las cruces doradas. Después, se ocuparon de las obras de restauración dentro del recinto: afortunadamente, ellos lograron renovar las pinturas.
Actualmente la Catedral de la Santa Trinidad es un orgullo y adorno de Dnipropetrovsk.