Cañón del Dniéster

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El pintoresco cañón del Dniéster que abarca cuatro regiones de la parte occidental de Ucrania, es declarado justamente una de las Siete maravillas naturales de Ucrania. Extendido a 250 kilómetros, es uno de los desfiladeros más largos de Europa. El cañón del Dniéster impresiona por su grandeza, escenarios impecables, paisajes impotentes, rocosas orillas cubiertas de bosques foliáceos, numerosas cuevas y grutas, asimismo islas particulares y saltos de agua.

El cañón del Dniéster abarca una parte del río Dniéster localizada entre las desembocaduras del río Zolotaya Lipa y el río Zbruch. Flanqueado con las cuestas abruptas que descienden sobre el río, el Dniéster se serpentea particularmente formando numerosas curvas fantásticas. La anchura del río en el valle casi no supera 100-200 metros. Los acantilados que avancen a lo largo de la orilla izquierda del río, albergan las únicas formaciones naturales: los restos fosilizado de la flora y fauna que cuenta con más de 500 millones años de edad, asimismo depósitos de rocas. Hay lugares donde las rocas que flanquean el cañón parecen a queso, ya que ellas están cubiertas con numerosas cuevas y grutas. Según dicen las leyendas, en los tiempos remotos, aquí solían emplazar los altares paganos, y luego aquí habitaban los monjes anacoretas.

Asimismo, el cañón de Dniéster cuenta con los saltos de agua que cayendo desde las rocas forman los arroyos montañosos. Muy a menudo, los apodan ‘las lágrimas de las jóvenes’ como si alguien llorara con las numerosas gotas de agua que corren por las orillas cubiertas de musgo. En los alrededores del cañón del Dniéster –a una escasa distancia del río– se encuentra situado el salto Dzhurinsky que mide 16 metros de alto. Es la cascada de llanura más grande de Ucrania, al lado de la cual se divisa los restos del molino de agua que antes estaba en ese lugar.

Las únicas condiciones naturales han abastecido el clima peculiar para el cañón, ya que es muy templado y no es característico para esas latitudes. Por eso muy a menudo, esa región está apodada la zona subtropical de Galizia. Eso se debe al hecho que las paredes de piedra que flanquean las orillas del río Dniéster son capaces de captar el calor, asimismo, durante los veranos esa zona casi carece de la precipitaciones y en la primavera inicia más temprano que en la región vecina. No sorprende nada, que esa área paradisíaca es la hábitat para numerosos animales, aves y peces, incluso los que están declarados extintos y enlistados en el Libro rojo de Ucrania.

El cañón del Dniéster dispone no sólo de los tesoros naturales. El valle adyacente alberga una infinidad de impecables monumentos históricos, culturales y arquitectónicos. En las aldeas alojadas a ambas orillas del cañón del Dniéster están los templos, restos de palacios medievales y fortalezas defensivas.

Se puede disfrutar del cañón practicando el senderismo por sus pintorescas orillas, o dando una vuelta en un barco o catamarán. Los aficionados a deportes extremos suelen practicar allí descenso de ríos o balsismo.

Cómo llegar. Conviene llegar al cañón desde Ternópil o Ivano-Frankivsk. Así, desde ahí, es necesario venir a las aldeas localizadas a una escasa distancia del valle del Dniéster (Mijalche, Nirkov, Beremiani, Jmelev, etc.).