Fortaleza de Santa Isabel
Los restos de la gruesa Fortaleza de Santa Isabel se yergue en la orilla del río Ingul y es declarada el principal lugar de interés de Kirovograd. Desde entonces, con la fortaleza que fue considerada la obra maestra de la arquitectura militar, ya hace dos siglos inició la historia de la ciudad. Actualmente, ese sitio con la atmósfera acogedora atrae no sólo a los aficionados a la historia, sino también a los turistas ordinarios que tienen ganas de contemplar las murallas gruesas y sumergirse en el pasado.
La fortaleza fue fundada a mediados del siglo XVIII y su nombre se debe a la patrona del Imperio ruso, Isabel I de Rusia que ordenó construir la fortificación. La fortaleza tuvo que desempeñar un papel de punto de apoyo del Imperio ruso en la región de Dniéper y servir de la protección de fronteras meridionales contra los enemigos jurados, turcos y tártaros. Justo de ahí, el estado ruso proyectaba ampliar sus poderes en la región del mar Negro.
La fortaleza temible construida en cinco años según todas las normas europeas de aquel entonces, representaba un recinto peculiar que tuvo la forma de un hexágono regular. El castillo fue inalcanzable merced a las murallas de tierra de 14 metros que fueron coronadas por los muros de piedra, bastiones poderosos y revellines, así mismo tres torres equipadas con la artillería pesada. La función protectora lo poseían tres puertas que sirvieron de entradas en el complejo de fortificación. La defensa exterior de la fortaleza fue abastecida por el foso del castillo profundo lleno de agua.
La fortaleza de Santa Isabel es conocida merced a dos retos históricos. Primero, desempeñó un papel muy importante en la victoria del Imperio ruso durante el conflicto bélico con los turcos en 1768-1774: la fortaleza no cedió bajo los ataques de turco y tártaros. Segundo, saltó a la fama como un sitio de donde las tropas rusas partieron para destruir Sich de Zaporizhia.
Empero, la historia de la fortaleza no duró mucho, ya que en 1774 debido al tratado de paz firmado con los turcos, el Imperio ruso aumentó considerablemente su territorio y obtuvo la salida al mar Negro. Justo por eso la fortaleza de Santa Isabel perdió su valor protector. 30 años después, fue anulada y recibió el estatus de la ciudad interna.
Actualmente, la fuerza de la fortaleza está comprobada por los restos de edificios que se puede contemplar en el centro histórico de Kirovograd. Hasta nuestros días quedan conservados las murallas de tierra, casas de oficiales, cuarteles de soldados, forja y unas dependencias. Dos cañones de hierro fundido están en la entrada a la fortaleza.